El Museo de San Bartolomé se sitúa en un entorno encantador, al final de las calles de la Salida y del Santo Cristo, donde se encuentra esta iglesia-museo rodeada de un patio adornado con árboles y vegetación. Esta iglesia, que data de principios del siglo XIII, es uno de los templos más significativos de Atienza, conservando elementos de su arquitectura románica original. Originalmente, estaba compuesta por una sola nave, y durante el siglo XVI se amplió para incluir una segunda nave al norte, destacando el artesonado de madera del techo y el coro que alberga un órgano actualmente en desuso.

En el interior del museo, los visitantes pueden apreciar la rica herencia románica, que se manifiesta en la galería porticada con arcos de medio punto, el ábside y otros elementos arquitectónicos. Desde 1998, el museo alberga una notable colección que incluye la capilla barroca del Santo Cristo, un descendimiento gótico conocido por sus milagros, y una impresionante colección de más de 3.500 fósiles de diversas eras geológicas, donados por don Rafael Criado Puigdollers. Estos elementos no solo enriquecen la experiencia del visitante, sino que también destacan la importancia cultural y histórica de la región.

El acceso al museo se realiza a través de un patio irregular y, para entrar, es necesario descender cuatro escalones sin rampa, lo que puede suponer un desafío para personas con movilidad reducida. A pesar de este inconveniente, el museo ofrece una inmersión en la historia y el arte local, convirtiéndose en un punto de interés ineludible para quienes visitan Atienza.