Castilfalé

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Las ruinas de una antigua torre se alzan en lo alto de Castilfalé, evocando un pasado medieval que aún resuena en sus calles. Este pequeño municipio leonés, con apenas 62 habitantes, conserva vestigios de su historia ligada a la Reconquista y a la nobleza castellana.

El origen de Castilfalé se remonta al siglo XI, cuando aparece mencionado como «Castrel de Hale», indicando la existencia de una fortaleza en torno a la cual se desarrolló el núcleo poblacional. Durante la Edad Media, el señorío pasó por varias familias nobles, destacando los Barba y posteriormente los Pacheco, quienes ostentaron el título de condes de Castilfalé.

La iglesia parroquial de San Juan Degollado, construida en el siglo XVI, es el principal monumento del municipio. Su estructura de tres naves, bóvedas de arista y una esbelta torre de espadaña de ladrillo y piedra reflejan la arquitectura religiosa de la época.

Castilfalé celebra sus fiestas patronales en honor al Cristo del Amparo el cuarto fin de semana de septiembre, y la festividad de la Santa Cruz el primer sábado después del 3 de mayo. Estas celebraciones, de carácter religioso, incluyen actos litúrgicos y actividades culturales que fortalecen el sentido de comunidad entre los vecinos.

Rodeado por los paisajes de la comarca de Los Oteros, Castilfalé ofrece un entorno tranquilo y natural, ideal para quienes buscan conectar con la historia y la serenidad del medio rural leonés.