Tradición viva en Donhierro

Donhierro se despliega entre campos de cultivo y llanuras abiertas, ofreciendo un entorno tranquilo donde el ritmo lo marcan las estaciones agrícolas. Este pequeño municipio conserva el ambiente reposado de la Castilla rural, con una disposición urbana compacta y casas de piedra y adobe que reflejan la arquitectura tradicional de la zona.

En el centro del pueblo se alza la iglesia de San Bartolomé, de líneas sencillas pero de gran valor para la comunidad local. La torre y la espadaña marcan el perfil del lugar, visible desde los caminos que conducen al núcleo desde los alrededores.

Una de las particularidades de Donhierro es su tradición en torno a la artesanía del mimbre y la cestería, actividad que, aunque hoy muy minoritaria, formó parte del día a día del municipio durante décadas. Este legado se conserva en el saber de algunos vecinos y en los objetos antiguos que aún se utilizan o se muestran en casas particulares.

El entorno natural permite paseos por caminos llanos entre tierras de labor y pequeñas arboledas, con cielos amplios y limpias vistas de la campiña segoviana. La tranquilidad del lugar lo convierte en un refugio para quienes buscan desconexión y contacto con lo esencial.