Villarroya

Historia de Villarroya

Villarroya es un pequeño municipio de La Rioja, conocido por ser uno de los pueblos con menor población de la comunidad autónoma, lo que le otorga un aire tranquilo y pintoresco. Su historia se remonta a tiempos antiguos, con vestigios de asentamientos que se remontan a la época romana, aunque su fundación como villa se consolidó durante la Edad Media. Situada en la comarca de Arnedo, Villarroya ha sido históricamente un punto estratégico, principalmente por su cercanía a rutas comerciales y su ubicación en una zona de valles.

La Iglesia de San Pedro, de origen románico, es uno de los principales patrimonios de Villarroya. Su sencilla estructura de piedra refleja la esencia de los pueblos riojanos, con un estilo austero pero cargado de historia. El municipio también tiene restos de antiguas edificaciones que atestiguan la importancia que tuvo en la región durante épocas pasadas.

Uno de los aspectos más curiosos de Villarroya es su notable despoblación, que ha llevado al pueblo a contar con apenas unos pocos habitantes. Este fenómeno ha convertido a Villarroya en un símbolo de los problemas demográficos que enfrentan muchas localidades rurales en España. Sin embargo, la comunidad se esfuerza por mantener vivas sus tradiciones y su patrimonio cultural, lo cual se refleja en la preservación de sus edificios históricos y en la celebración de festividades locales que congregan a vecinos y visitantes.