Casa Mikelestonea I, II y III

Casa Mikelestonea es un edificio de tradicional arquitectura construido antes de 1600. La vivienda fue totalmente rehabilitada transformándola en casas rurales independientes con capacidad, cada una de ellas, para 4 personas. El alojamiento rural dispuesto en forma de dúplex se distribuye en dos plantas. Salón-comedor con televisión, cocina completamente equipada, un dormitorio con dos camas, un dormitorio con cama de matrimonio de 135 cm y baño. Disponen de calefacción central, jardín con terraza y mobiliario además de barbacoa.

La casa dispone de un servicio de restaurante «Herriko Ostatua» con un descuento de 10% para todos los alojados en las casas.

Muy cerca de Casa Mikelestonea se encuentran las piscinas municipales de Etxalar, la pista de tenis y un frontón cubierto.

La localidad donde se ubica Casa Mikelestonea, Etxalar, está rodeado de montes. Las casas del pueblo, la mayoría de grandes dimensiones, conservan en las puertas los dinteles con los nombres y la fecha de construcción entre los siglos XVI y XVIII.

Tantos fueron los servicios prestados por las gentes de esta villa que tiene el honor de poseer los títulos de Nobleza, Hidalguía y Fidelidad. Parte de su historia se refleja en el escudo de armas.

Además de las viviendas típicas de la zona hay otros lugares que merece la pena visitar para conocer la villa y parte de sus historia:

• Cruz de Iñarreta
• Molino del medio
• Presa en el barro de Antsolokueta
• Lavadero de Piedra
• Plaza del pueblo
• Mirador de Akoka
• Capilla de Fátima

Destaca la proximidad, a 20 kilómetros, de las playas de Hondarribia.

Los alrededores de Etxalar tienen un intenso color verde con bosques de pinos, robles, castaños y hayas, caseríos entre los verdes prados que riega el Bidasoa/Baztán a su paso por las denominadas Cinco Villas de Navarra.

Una de las tradiciones de Etxalar, declarada Bien de Interés Cultural, es el de las palomeras. Sistema de caza del siglo XV y que se mantiene vivo en la actualidad. Entre el primero de octubre y el veinte de noviembre se celebra la tradicional caza de palomas mediante redes.