La orografía de Asturias es singular por muchas razones. El mar Cantábrico baña su costa por el norte y a menos de 50 kilómetros hacia el sur, nos encontramos con los Picos de Europa, la gran cadena montañosa que guarda una rica diversidad de fauna y flora. En este lugar se localizan gran variedad de alojamientos rurales desde donde poder admirar estos maravillosos paisajes. Los cambios de altura que se producen en esta zona, hacen que el clima de Asturias sea diferente al de zonas costeras, por ello, la vegetación varía, donde destaca el roble, especie protegida por su explotación.
El patrimonio natural de Asturias es excepcional. El respeto por los recursos naturales ha permitido que se conserven bosques atlánticos gracias a la perfecta combinación entre la vida humana y animal. La ganadería ha sido siempre fuente de riqueza, así como los productos del mar. Existen poblaciones como Avilés, Gijón o Cudillero, que mantienen la tradición marinera y son enclave turístico para degustar sus especialidades en algunas de las casas rurales de Asturias.
Asturias es tierra de leyendas que se han ido recuperando o mantenido, convirtiéndose en seña de identidad de los asturianos y llegando a ser un atractivo para el turismo de esta zona. Numerosas casas rurales ofrecen actividades e información sobre ello.
Asturias, con capital en Oviedo, cuenta con más de un millón de habitantes concentrados principalmente en Oviedo, Gijón y Avilés. Asturias es considerada una comunidad variada en todos sus aspectos: económicos, culturales y sociales. Su clima se caracteriza por ser atlántico, excepto en las zonas de montaña. Si eliges este destino como opción vacacional, debes tener en cuenta que las precipitaciones son frecuentes durante todo el año, lo cual lo convierte en verano en un lugar ideal para huir de las altas temperaturas del resto de la península, ya que es una zona de temperaturas suaves, llegando incluso a ser necesario el uso de manta para poder dormir.
Patrimonio natural asturiano
La riqueza de fauna y flora la convierte en una de las más importantes de España, ya que Asturias posee una Red Regional de Espacios Naturales Protegidos para la conservación de los Espacios Naturales que coexisten con el turismo. Existen seis Reservas de la Biosfera que incluye el Parque Natural de Somiedo y el Parque Nacional de los Picos de Europa, ambos declarados como tal en el año 2003. La extensa red de casas rurales acerca al visitante a todos estos espacios naturales.
En estos parajes habitan varias de las especies animales protegidas en España como el oso pardo, el lobo ibérico, el buitre leonado o la nutria. Es habitual que en los alojamientos rurales de esta zona, proporcionen al visitante toda la información necesaria para saber cómo actuar ante la presencia de estos animales. También existe flora en peligro de extinción como la estrella de los Pirineos, el alhelí de mar, las mosquitas doradas o la hierba de llamuerga.
El arte de Asturias
Asturias posee un gran patrimonio histórico-artístico que se remonta a la época prehistórica, conservando el mayor número de cuevas pintadas de España. Algunas de estas pinturas son reproducidas en la decoración de casas rurales de Asturias como seña de identidad. Las mejores pinturas rupestres corresponden al paleolítico superior, así como instrumentos para la caza y la vida. En la Cueva de la Peña sobresalen las pinturas de équidos, animal característico de Asturias y que suele usarse en la actualidad para hacer rutas, que son ofrecidas por las casas rurales de Asturias. En la edad de hierro aparecen los castros, poblados fortificados celtas, como el de Coaña, con muros de hasta cuatro metros de altura y formado por pizarra.
Del asentamiento romano en Asturias no se conservan un gran número de restos, aunque se pueden visitar las termas de Campo Valdés en el centro de Gijón o la villa de Murias de Beloño.
El prerrománico asturiano o “ramirense” datado desde el siglo VIII hasta finales del siglo XII, motivado por las primeras monarquías asturianas, es una de las joyas arquitectónicas del Principado, siendo por ello declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1985. Otra joya son ciertas casas rurales de Asturias que mantienen la arquitectura regional. Las construcciones prerrománicas eran levantadas para legitimar el reinado asturiano frente a la monarquía visigótica anterior. Las casas rurales de Asturias poseen información sobre ello. Existen edificios religiosos y civiles que combinan el arte romano, bizantino, visigótico e islámico. Las construcciones religiosas se caracterizan por el uso de planta basilical, la verticalidad, el aparejo irregular, sin apenas aperturas en los muros y la cubierta de madera. El uso de la madera se extiende en determinadas casas rurales de Asturias que copian las construcciones típicas. El apogeo de este arte se consigue en el reinado de Ramiro I (años 842 a 850), con construcciones tan conocidas y declaradas Patrimonio de la Humanidad como el palacio de Naranco, convertido posteriormente en iglesia.
Uno de los servicios que ofrecen las casas rurales es información sobre su propio pasado. Tras el avance de los cristianos en la reconquista de la península, la capital del reino se traslada a León, por lo que en esta época las construcciones románicas serán menos imponentes y se limitarán a pequeñas iglesias rurales. En los siguientes siglos, el gótico más representativo en Asturias es el tardío o flamígero de influencia leonesa. El máximo ejemplo de ello es la catedral o el convento de Santo Domingo de Oviedo y en el aspecto civil el Palacio de la Rúa. Este arte se mantendrá hasta los siglo XVI y XVII, por esta causa el renacimiento no está muy representado en la comunidad y es el barroco uno de los estilos que se usarán para las nuevas construcciones o para reparar las ya existentes.
En los siglos XIX y XX se construyen importantes edificios religiosos y civiles como el santuario de Covadonga, el casino de Llanes o el afamado teatro Campoamor de Oviedo.
Patrimonio cultural del Principado de Asturias
El entorno y la influencia de diferentes pobladores en la historia de Asturias han conformado la cultura de los asturianos, tanto en la artesanía, tradiciones, fiestas y en su magnífica gastronomía.
La tradición cristiana se entremezcla con la influencia celta en la música, con el uso de la gaita como instrumento principal y característico de la zona. Algunas romerías interpretan leyendas y rituales de otras épocas que perduran en la actualidad, como la del Cristo de Candás del siglo XI o la aparición de Nuestra Señora de Covadonga.
La artesanía es muy importante debido a su gran tradición y especialización en los diferentes concejos. Destaca el tratamiento de la alfarería y la cerámica, la madera, el azabache, el hierro y el acero y la lana y el lino. En algunas casas rurales de Asturias existen talleres donde muestran este arte.
Su gastronomía es una de las más reconocidas del país por su alta calidad. Su cocina se basa en la agricultura, la pesca y, cómo no, en la ganadería que desde hace tantos años ha sido sustento de la economía de la región. Ciertas casas rurales poseen sus propias huertas con tomates, pimientos o fabes. La fruta estrella es la manzana, con la que se elabora otro producto emblemático de la zona: la sidra. Propietarios de varias casas rurales de Asturias poseen su propia bodega de sidra para degustarla. La pesca de altura trajo especies para la cocina como la sardina, el rape o la lubina, incluyendo los mariscos. Es gran conocida la carne roxa (roja) por su calidad o los embutidos y morcillas. Por otro lado destaca el gran surtido de quesos elaborados de forma artesanal, siendo popularmente conocidos el queso de Cabrales, de Pría o de Vidiago. Para finalizar, la gran aportación dulce de Asturias al mundo, es el arroz con leche, aunque también están las casadielles o las marañueles, típicas de esta región.
El oeste de Asturias
Las costas de esta zona están formadas por playas blancas, por acantilados de diferentes tamaños, y por la desembocadura del río Narcea. Los recursos naturales como los ríos Eo, Esva, Narcea y Navia, dibujan el paisaje y dotan de trabajo a los habitantes de la zona con piscifactorías, embalses para la producción energética y turismo acuático. Las grandes reservas naturales de Muniellos y Somiedo y las extensas llanuras verdes provisionan de comida a la ganadería, de la que deriva después una gran producción de carne como lechera.
En la localidad de Coaña, encontramos un perfecto yacimiento arqueológico celta del S. IV a. C. que muestra la vida de esta cultura en la península. Esta misma cultura creó un asentamiento militar en Luarca, donde los romanos se instalaron después y que en época medieval se convirtió en eje económico dedicado a la pesca. Esta villa blanca, como se le conoce en Asturias, es actualmente una población dedicada al sector turístico.
Los vestigios de otras épocas se pueden admirar también siguiendo el Camino de Santiago por las dos vertientes que cruzan esta zona: por la costa desde Avilés o por el interior desde La Espina. Seguir la ruta jacobea es sorprendernos con construcciones románicas.
El turismo se ha convertido en fuente de riqueza en Asturias, gracias a la calidad de sus recursos naturales, históricos y monumentales. La alfarería tiene su centro en el pueblo de Llamas de Mouro, donde se pueden visitar talleres para conocer de primera mano la técnica de elaboración de estos productos. En Taramundi encontramos ferrerías donde se producen navajas y cuchillos cubiertas de mangos de madera, cuerno o metal.
Zona centro
Esta región concentra la mayor parte de su población entre Avilés, Gijón y Oviedo. Además otras numerosas localidades como Mieres y Langreo son núcleo de la actividad minera. La industria siderurgia se instaló en varias poblaciones, cambiando el aspecto del paisaje y trasformando la economía. Avilés fue una de las villas que sufrió un fuerte cambio en su economía y en su fisionomía. Siguiendo el curso del río Nalón, encontramos la zona de las cuencas mineras que posee cuantiosas casas rurales.
En Somiedo la ganadería es la actividad más importante, así como la creación de casas rurales para el turismo. La trashumancia es una actividad que pervive, bajando a los valles en verano y guareciéndose en invierno.
Gijón es una de las principales ciudades de la comunidad y que destaca por su privilegiado emplazamiento ya desde la época de los romanos. En esta preciosa ciudad, se pueden visitar las termas, ubicadas en pleno centro, o bien salir a las afueras y hacer rutas turísticas ofertadas por algunas casas rurales y centros turísticos.
En la actualidad se puede visitar la casa natal de Jovellanos donde se pueden admirar diversas obras del escritor, jurista y político ilustrado. Por otro lado, en el parque de La Atalaya, sobre el cerro de Santa Catalina, se muestra imponente la obra de Eduardo Chillida, el Elogio del horizonte, foco turístico de la ciudad. Destaca también la playa de San Lorenzo, una de las más extensas del litoral cantábrico y considerada una de las más bonitas por su arena blanca. San Lorenzo en Gijón, se ha convertido en uno de los lugares elegidos por la mayor parte de los amantes de los deportes acuáticos y demás actividades relacionadas con el mar.
Cerca de Oviedo, capital del Principado de Asturias, sobresale la riqueza económica del Reino de Asturias del siglo X, lo que ha hecho posible que hoy en día podamos visitar joyas del prerrománico como la iglesia de San Miguel de Lillo o Santa María del Naranco. Si Oviedo es conocida por todo el mundo, es debido a la celebración anual de la entrega de los premios Princesa de Asturias, donde se reconoce el mérito de aquellas personalidades o instituciones que han realizado una importante labor a destacar en sus carreras. Este evento tiene lugar el mes de octubre de cada año en el Teatro Campoamor de la capital, destacando la presencia de la familia real.
Asturias oriental
Esta región engloba la historia, la arquitectura y la naturaleza fundidas en un solo paisaje. Junto a ellos, la grandiosidad del río Sella, que en la época estival se llena de piragüistas en el descenso más conocido del país. Las montañas tienen su máximo exponente con los Picos de Europa. Subir el funicular de Bulnes es acceder al silencio, a la belleza paisajística que desde allí podrás contemplar. Los lagos de Covadonga, junto con el santuario, son el conjunto histórico-natural más visitado del Principado.
Descender las montañas es acercarse a otras localidades que poseen gran importancia histórica y cultural, que además forman parte del Camino de Santiago, donde nos cruzaremos con rincones espectaculares. Otro pueblo de visita obligada, es Cangas de Onís, lugar que Don Pelayo decidió convertir en el año 722, en la primera capital del Reino de Asturias hasta que Alfonso II la trasladase a Oviedo años más tarde. No dejes de visitar el puente medieval sobre el río Sella, ya que conserva una réplica de la cruz de la Victoria.
El mar está muy cerca de las montañas, allí encontraremos playas de arena blanca donde se esconden exóticos rincones de pequeñas calas, enclaves ideales para disfrutar de experiencias únicas.
Asturias en toda su extensión, es un espacio donde se fusiona todo aquello que busca el viajero ávido de experiencias inolvidables, en un entorno del que no existe otro igual, capaz de hacer sentir a todo aquel que la visite la emoción de una tierra que entrega todo en base al respeto de la madre naturaleza.