Declarado Parque Nacional el 16 de agosto de 1918, el centenario del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido ha sido declarado Acontecimiento de Excepcional Interés Público. Numerosas han sido las actividades y eventos organizados para su conmemoración; aunque la mejor forma de celebrar esta efeméride es visitar este magnífico parque.

Valle de Ordesa. Foto: Turismo de Aragón
El parque suma, en total, 15.696 hectáreas, a las que se añaden otras 19.196 de la zona periférica de protección. Además de Parque Nacional, está declarado Patrimonio Mundial, Reserva de la Biosfera y Geoparque de la Red Natura 2000. Cada año recibe 600.000 visitantes y en él encontraremos una importante biodiversidad tanto de fauna como de flora, así como importantes desniveles y relieves muy diferenciados (cascadas, circos glaciares, hayedos, pastos de montaña, miradores, gargantas y cañones…).
Una zona ideal para hacer senderismo y para los amantes de la naturaleza en general, que se divide en cuatro sectores (Añisclo, Ordesa, Escuain y Pineta) y seis municipios: Torla-Ordesa, Broto, Fanlo, Puértolas, Tella-Sin y Bielsa.
El primero en ser declarado Parque Nacional fue el sector Ordesa. Posteriormente, en el año 1982, la consideración se ampliaría también al Cañón de Añisclo, la Garganta de Escuain, la cabecera del Valle de Pineta y el macizo de Monte Perdido.
Esta primera área de protección cuenta con aspectos geológicos singulares: fortalezas, circos en anfiteatro, acantilados verticales, estratos horizontales, arenisca, fajas en declive, paredes abruptas… Aquí destacaremos, por ejemplo, el Tozal del Mallo; los circos de Soaso, Carriata y Catatuero; las paredes de Mondarruego, Gallinero, Francata y Duáscaro; la Punta de Escuzana, los miradores de Diazas, Tabacor, Mondicieto o Custodia; las Fajas del Mallo, Luenga, Pelay o de las Flores; así como las gradas de Soaso.
Se trata de una zona muy rica en fauna, en la que además pueden contemplarse varias cascadas. Por supuesto, la más conocida es la Cola de Caballo; pero también merece la pena visitar las del Estrecho, de la Cueva, Cotatuero, Arripas y Molinieto.

Las cascadas, uno de los principales atractivos del Parque Nacional de Ordesa
En cuanto al sector Añisclo, se trata de una zona de 20 kilómetros de recorrido y orientación norte-sureste. Cincelada por el río Bellós, esta área llega a superar los 2.000 metros de altura y nace del macizo de las Tres Sorores.
De este sector destacaremos, además del Cañón de Añisclo, el desfiladero de las Cambras, el Puente de San Urbez, la cueva de Aso (junto al antiguo molino), las paredes de Sestrales y Mondoto, la surgencia de la Fon Blanca y su circo glaciar terminal, las fajas (o paredes), La Ripareta, el Collado de Añisclo y el barranco y la cascada de la Fon Blanca.
En el tercer sector, el de Escuain, hallaremos numerosas similitudes con los dos anteriores, sus vecinos Ordesa y Añisclo. No obstante, aquí no encontraremos ninguna garganta, sino una impresionante diaclasa abierta en la montaña. En su cara Norte, las Paredes de Pineta darán lugar a varias cortadas de gran desnivel y, en la zona meridional, el relieve baja con suavidad hacia el río Yaga, que ha excavado un estrecho cañón vertical de paredes calcáreas y más de 5 kilómetros de profundidad.
También aquí podremos visitar el Castillo Mayor, Cuello Viceto y la Sierra de las Tucas. Es una zona de frondosa vegetación y muy estratificada, en la que predomina la vegetación mediterránea de tipo xerófilo, y fuertes contrastes entre la garganta y la zona de solana. Aquí encontramos, por un lado, una integral de 1.151 metros de desnivel y, por otro, el valle del Yaga, del que se dice que es el paisaje más humanizado de todo el parque nacional.
Grandes altitudes encontraremos también en el sector Pineta, del que destacaremos además de su bosque de umbría, las Tres Marías, las Puntas Verdes, Montinier, los circos de Pineta y Lalarri (vértices norte del parque), el Santuario de la Virgen de Pineta, la Punta de las Olas, los montes Ramond, Perdido y Cilindro, el Pico de Pineta, Forcarral y el Pico de la Capilla, el Altiplano de Marboré, junto a numerosos acantilados, barrancos, saltos y cascadas, hasta llegar a las Tres Marías, que cierran la vista de este sector por su parte sur.
Por supuesto, son muchos más los lugares de interés turístico, senderista y geológico que alberga el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Y no hay mejor manera de descubrirlos que ‘in situ’.
Dónde alojarte en las inmediaciones del Parque Nacional de Ordesa
Para visitar el Parque Nacional de Ordesa, lo mejor es alojarnos en las inmediaciones a fin de aprovechar al máximo el tiempo disponible en el día. Para ello, os recomendamos Los Tres Albares, en la pequeña aldea rural de Lardiés, perteneciente al municipio oscense de Fiscal.

Los Tres Albares, dónde alojarte junto al Parque Nacional de Ordesa
En una ubicación inmejorable, a orillas del río Ara y junto a la Sierra de Anciás, en sus apartamentos podréis disfrutar de la tranquilidad y la belleza de este magnífico entorno natural. Os recomendamos, además, acercaros a visitar los restos de su iglesia barroca del siglo XVIII.