Sobrarbe destaca por su gran altitud y su relieve accidentado, además, en su zona central, la del Valle del Fueva, existen un gran número de amplias depresiones.
Y comenzamos la andadura en Abizanda, localidad separada de la carretera A-138 por un acusado barranco que vierte sus aguas en la parte alta del embalse de El Grado. Su emplazamiento sobre una cavidad en la roca en lo alto, favoreció la vigilancia del paso a tierras sobrardenses. La atalaya del siglo XI y de características lombardas, construida sobre unos cimientos de origen musulmán, es un excelente ejemplo de la arquitectura militar-defensiva . Junto a dicha torre defensiva está la abadía del siglo XVII, sede actual del museo de Creencias y Religiosidad Popular del Pirineo Central, que ofrece el recorrido por los ritos, símbolos y amuletos que sirvieron de refugio contra los ataques mágico-religiosos.
Avanzando por la calle de la abadía, encontraremos la casa de los Títeres, teatro con programación en verano. Subimos la carretera, unos metros antes de Mesón de Ligüerre, un desvío a la izquierda nos conduce a Olsón, pequeña población que destaca por las dimensiones de su iglesia parroquial del siglo XVI, conocida como “catedral de Sobrarbe”. La bifurcación de Mesón de Ligüerre, nos conduce al interior del valle de la Fueva. Tras dejar a la derecha el pueblo de Ligüerre de Cinca, la montaña se abre paso y vemos al Cainca en el estrecho del Entremón, un paisaje de escarpadas rocas y sobrevolado por buitres. Tras el puente, a pocos metros, encontramos un camino a la izquierda que nos adentra en un bonito paseo por la entrañas del estrecho. Vigila nuestro paso el castillo de Samitier, en lo alto, un conjunto religioso-militar, situado en un enclave estratégico y formado por el castillo del siglo XI y la iglesia dedicada a los santos Emeterio y Celedonio.
Nos detenemos en la ermita de Santa Brígida, que nos permite la visión hacia una vertiente de bosques, con diversas variedades de pinosa, hacia la otra, la depresión del Fueva, formada por campos de cultivo y pastizales.
Una vez en Palo, población resguardada en un tozal, destaca por su iglesia de San Clemente, de estilo lombardo. A unos metros de Palo, a la izquierda que tenemos a la izquierda nos acerca al santuario de Nuestra Señora de Bruis, enclavado entre tierras de cultivo. En la ermita, la imagen de la Virgen del siglo XII por la que los fobanos sienten gran devoción reuniéndose en romería el día 8 de mayo, día en el que conmemoran el milagro de la Virgen que acabó en el siglo XVIII con la plaga de langosta que asolaba la zona.