De ruta por el Alto Tajo

De ruta por el Alto Tajo

Si os gusta la naturaleza y el buen comer, os invitamos a una ruta por el Alto Tajo. Esta zona de Guadalajara alberga una gran riqueza monumental y natural (de hecho, el Alto Tajo es el mayor espacio protegido de Castilla La Mancha y el tercero de España), pero es también un lugar ideal para degustar la mejor cocina y hacer turismo gastronómico.

Ruta por el Alto Tajo. Foto: Turismo en Guadalajara

Ruta por el Alto Tajo. Foto: Turismo en Guadalajara

Comenzaremos nuestra ruta por el Alto Tajo en la población de Ocentejo, a 100 kilómetros de la capital de provincia, Guadalajara. Visita obligada es el Hundido de Armallones, ya que aquí anidan numerosas aves rapaces, además de ser uno de los parajes más impresionantes del parque natural. Si preferís el turismo cultural y monumental, os recomendamos acercaros a visitar la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora (barroca, del siglo XVIII).

Nuestra siguiente parada será Riba de Saelices, en cuyas inmediaciones no podemos dejar de visitar los parajes del valle del río Linares, el valle de los Milagros y la Cueva de los Casares, uno de los principales referentes del arte paleolítico en la Península Ibérica. En lo monumental, de Riba de Saelices destacaremos la Iglesia románica de Santa María Magdalena, del siglo XII, y su retablo plateresco.

Desde Riba de Saelices, continuaremos nuestro camino hacia las localidades de Huertahernando (con su Puente de la Tagüenza, de un solo arco) y Villar de Cobeta (donde visitaremos el Castillo de Alpetea y el Monasterio de Buenafuente del Sistal).

Nuestra siguiente parada será Zaorejas, donde encontraremos algunos de los parajes más impresionantes de todo el Parque Natural del Alto Tajo, como la confluencia de las aguas de los ríos Tajo y Gallo en el Puente de San Pedro; el salto de agua de La Escaruela; la Cascada del Campillo y la Fuente de la Falaguera. De Zaorejas destaca también su arquitectura, donde encontraremos diversas casonas típicas de sillarejo calizo.

Salto de la Esteruela, Ruta por el Alto Tajo. Foto: Turismo en Guadalajara

Salto de la Esteruela, Ruta por el Alto Tajo. Foto: Turismo en Guadalajara

Desde Zaorejas nos desviaremos, a continuación, hacia Peñalén, de la que os recomendamos visitar su iglesia de San Juan Bautista (reconstruida según el estilo románico rural). Muy cerca, entre desfiladeros, cascadas, montañas y bosques encontraremos otro paraje de impresionante belleza: la Fuente de las Tobas y su emblemático Puente de Piedra.

Seguiremos nuestra ruta por el Alto Tajo hasta Poveda de la Sierra, de la que destacaremos su iglesia de San Pedro Apóstol (románico rural) y el archiconocido Salto de la Poveda. Nuestra siguiente parada es Taravilla, en pleno páramo molinés y rodeada de campos de cereal. Aquí no podemos dejar de visitar la Laguna de Taravilla (ideal para hacer turismo ornitológico y observar aves acuáticas), así como las diversas gargantas que encontramos en el curso de los ríos Tajo y Cabrillas y que dan lugar a espectaculares paisajes.

Laguna de Taravilla, en la Ruta por el Alto Tajo. Foto: Turismo en Guadalajara

Laguna de Taravilla, en la Ruta por el Alto Tajo. Foto: Turismo en Guadalajara

Desde Taravilla tenemos dos opciones de recorrido. El primero, desviarnos hacia Peralejos de las Truchas, considerada unas de las poblaciones más emblemáticas de la zona. En sus inmediaciones encontramos el afamado Puente de Martinete, que ejerce de separación entre las provincias de Guadalajara y Cuenca. En el apartado monumental, en Peralejos de las Truchas encontramos también varios edificios de interés: la iglesia de San Mateo (siglo XVII, a destacar sus altares barrocos), la ermita de Nuestra Señora de Ribagorda (siglo XIII, origen medieval) y la Herrería de la Hoz Seca (ejemplo paradigmático de la arquitectura serrana popular, del siglo XVIII), además de otras muchas casas molineras típicas de esta zona.

Peralejos de las Truchas, en la Ruta por el Alto Tajo. Foto: Turismo en Guadalajara

Peralejos de las Truchas, en la Ruta por el Alto Tajo. Foto: Turismo en Guadalajara

La otra opción desde Taravilla es proseguir por la carretera CM-2111 hacia las localidades de Terzaga, Chequilla, Checa y Orea. De Terzaga destacaremos su ubicación, en pleno Valle del río Bullones, su iglesia barroca de la Virgen del Amor Hermoso y la Ermita de Nuestra Señora de la Cabeza. En Chequilla, encontraréis numerosas formaciones rocosas de arenisca roja que se conocen como Las Quebradas. Así mismo, una visita obligada es su Plaza de Toros, única en España, ya que está tallada en la roca.

En Checa, no podemos dejar de visitar la Fuente de los Vaqueros en el enclave conocido como la Dehesa de la Espineda, su Plaza Mayor (con el Ayuntamiento, la Casa de Peregrines y la casona molinesa de los Condes de Clavijo) y la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista. Muy típicos de esta localidad son los talleres de forja y de encuadernación artesanal.

Terminaremos esta Ruta por el Alto Tajo en Orea, la localidad más alta de toda Castilla La Mancha. Aquí, en plena Serranía de Albarracín y los Montes Universales, os recomendamos pernoctar. En sus inmediaciones, encontraremos la cima más alta del Alto Tajo: el Pico de la Gallina. Además, la población de Orea cuenta con un amplio patrimonio monumental en el que destaca por encima del resto la iglesia de la Asunción (siglo XVII) y una típica casona molinesa conocida como La Casa Grande, además del Pairón de las Ánimas, de época barroca.

Un lugar ideal para descansar en Orea, con todas las comodidades, es Casa Rural Pablo. Además de estar ubicado en una zona ideal para descansar y disfrutar de la naturaleza, el alojamiento organiza diversas actividades como visitas guiadas, senderismo o trekking, entre otras.

Casa Rural Pablo, en Orea, Ruta por el Alto Tajo

Casa Rural Pablo, en Orea, Ruta por el Alto Tajo

De Ruta por el Alto Tajo: gastronomía

Como decíamos al empezar a hablar del Alto Tajo, sus encantos van más allá de lo natural y  monumental. El Alto Tajo es también una zona con una muy rica gastronomía. Aquí, la cocina tradicional de Guadalajara provincia adquiere nuevos y maravillosos matices que le dotan de una calidad extraordinaria y una idiosincrasia propia.

De entre toda la variada gastronomía que aquí podréis degustar, no podéis dar por finalizada vuestra Ruta por el Alto Tajo sin probar las truchas asalmonadas (fritas, asadas, ahumadas, escabechadas o agridulces, con miel de La Alcarria), sus asados, la carne de caza, la trufa negra (el condimento más característico y definitorio de la cocina del Alto Tajo) y, por supuesto, sus postres. En este último apartado, os recomendamos especialmente probar la leche frita, los huevos de dulce y las patas de vaca que, pese a lo que pueda parecer por su nombre, son un dulce molinés muy típico.

Además, si realizáis vuestra visita en Semana Santa, podréis añadir a vuestra lista de platos tradicionales de esta zona otros cuantos “obligatorios” como los huevos verdes o las limonadas. Y, si lo hacéis durante la época de recolección de setas, podréis apreciar los matices que algunas de ellas (como los níscalos o los boletus edulis) aportan a la cocina molinesa.

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