Hoy nos dirigimos a Castellón, concretamente a Almenara. Este municipio de alrededor de 6.000 habitantes fue en su origen una villa árabe, como queda patente en el poblado hallado junto al castillo, las crónicas de la conquista cristiana y su topónimo que significa «el faro». Se han encontrado indicios de civilizaciones anteriores como la ibera, la griega y la romana; algunas menciones al asentamiento griego y romano situado en el prácticamente desaparecido templo de Venus, en el monte Els Estanys, la nombran como Afrodicio que podría derivarse del nombre de la diosa griega del amor y de la fertilidad, Afrodita.

Marjal Almenara. Fuente.

Playas. Fuente.

Castillo de Almenara. Fuente.
Su posición estratégica, con el castillo dominando la plana y el mar, la convirtieron en blanco del ejército del rey Jaime I, el Conquistador, que la sitió en 1.238 ya que consideraba la zona clave para tomar el reino musulmán de Valencia. La Guerra de las Germanías tuvo como protagonista esta localidad en 1521 con la conocida batalla de Almenara, que significó la primera derrota sufrida por los agermanados, movimiento que se enfrentaba a las autoridades del emperador Carlos V, y la pérdida de control de las comarcas castellonenses.
La población de Almenara reúne un conjunto de elementos históricos. El Castillo está situado sobre el cerro que domina la población y fue construido por los árabes sobre los restos de un poblado ibérico. Estuvo en activo durante la Edad Media, y fue residencia de Jaime I de Aragón y su esposa Violante de Hungría. Actualmente está en ruinas, pero se conservan restos de las tres líneas de muralla y las torres del Agüelet y la Agüeleta.
Los restos de la muralla en el casco histórico, declaradas Bien de Interés Cultural en 1985, datan del siglo XIV si bien han sido restauradas recientemente. También puedes encontrar hallazgos de poblados íberos e incluso restos de útiles prehistóricos.
Cuenta con la playa de Casablanca, de tres kilómetros de largo, de arena y cantos rodados, que permite un descanso tranquilo frente al pausado oleaje y en algunos puntos junto a la naturaleza que nos brinda la vegetación protegida como microrreserva.
La población cuenta con un humedal protegido, el marjal de Almenara, en el que se encuentran els Estanys (los estanques) en los que se desarrolla un valioso ecosistema además de contar con las ruinas de un puerto romano.
Sus habitantes son también otro de los grandes alicientes del municipio, transmiten al visitante el calor del Mediterráneo en el trato y la convivencia, así como en la celebración de las fiestas de tipo religioso y cultural y de un marcado carácter participativo.
Son cinco las fiestas clave en el calendario de la localidad. San Antonio en la que se bendicen animales y hay una hoguera vecinal. Ésta tiene lugar el mes de enero. La fiesta de Santa Cecilia, celebrada en noviembre, es la fiesta de la asociación musical. San Roque, se celebra en agosto y las actividades tienen lugar en la playa. Las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora del Buen Suceso y San Roque tienen lugar el último sábado de septiembre. Las más cercanas en cuanto a fecha son las Fiestas Populares del Barrio de Arriba de la Muralla, se celebran en junio.
Cuando vayas no dejes de probar la «coca tapá» de almendra, el «all i pebre» (ajolio) y las «albóndigas de fiestas». Ya sabes lo que dicen…»¡allá donde fueres, haz lo que vieres!»