Adéntrate en las Cuevas de Ortigosa de Cameros en La Rioja

Adéntrate en las Cuevas de Ortigosa de Cameros en La Rioja

Gran cantidad de visitantes explora cada temporada las cuevas de Ortigosa de Cameros, patrimonio geológico de incalculable valor. Estas formaciones de más de 160 millones de años de antigüedad -las únicas habilitadas al turismo en La Rioja- son destacadas representantes de un paisaje muy típico de la región, privilegiado territorio de tesoros naturales.

Las cuevas de Ortigosa se encuentran en el monte del Encinedo, un macizo de más de mil metros de altura que exhibe su esplendor desde el corazón mismo de la sierra de Cameros. Las espectaculares cavidades presentan sus bocas de entrada en el sector que otrora fuera el frente de una vieja cantera, cuyo producto sirvió para la construcción del embalse González Lacasa.

Existen dos vías de acceso a las grutas: cruzar un puente de hierro que las separa de la ermita de Santa Lucía o atravesar un sendero de pendiente pronunciada desde la plaza del pueblo. Al llegar al lugar nos encontraremos con un macizo calcáreo tallado por la mano del tiempo y la erosión del agua proveniente de ríos, lluvias y nieve. La alta concentración de bicarbonato contenida aportó también su acción al precipitar, originando las estructuras y los diseños geológicos de increíble belleza que pueden apreciarse en las cuevas.

Las famosas grutas de Ortigosa de Cameros son dos, a cual más impactante. La de la Paz, la única con dos bocas, se sitúa en la parte superior del monte y ofrece una galería de más de 230 metros. En el primer tramo, de unos 5 metros aproximadamente, presenta una pendiente que luego continúa en un recorrido horizontal. Transitar el interior de la gruta de la Paz es la oportunidad de disfrutar de asombrosos ejemplares de estalactitas, estalagmitas y otras llamativas formaciones rocosas, tales como las columnas que se extienden desde el suelo al techo de la caverna.

cuevas de ortigosa de cameros

Conectada a la cueva de la Paz por un corto sendero se encuentra la gruta de la Viña. Ingresando por su única abertura se accede a un pasillo de 114 metros de longitud. La calma y el silencio del ambiente regalan una experiencia inolvidable, sensación que se acrecienta al observar el maravilloso cúmulo de estalactitas de color blanco inmaculado que allí se aloja.

No solo los aficionados al turismo geológico disfrutarán de la visita a esta atracción natural tan majestuosa. Los atributos de las cuevas de Ortigosa y el encanto del territorio que las rodea constituyen una excelente alternativa para organizar unas vacaciones rurales dignas de ser recordadas.

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