Los miradores nos ofrecen una manera distinta de conocer la geografía española, viéndola desde el aire, a vista de pájaro. Sus estratégicas ubicaciones nos permiten deleitarnos con bonitos paisajes naturales en entornos de ensueño, observar los más pequeños detalles del entramado urbano de una ciudad, contemplar los atardeceres más románticos, y sobre todo, hacer frente al vértigo más extremo. A continuación te hacemos una pequeña selección, pero hay muchos más tanto dentro como fuera de la Península. No pierdas la ocasión de subirte a uno de ellos y contemplar paisajes únicos y mágicos de nuestras ciudades.
Mirador del Fito, Asturias. Muchos alojamientos rurales de Asturias te ofrecen maravillosas vistas naturales a la sierra, pero este mirador ofrece un paisaje natural único en el que se combina la tranquilidad del mar Cantábrico con el monumental perfil de los Picos de Europa. Una ventana a uno de los entornos más especiales de Asturias, ubicado en el entorno de la Sierra del Sueve, en Arriondas.
Mirador del Río, Lanzarote. Creación del famoso artista local César Manrique, donde se unen el arte y la naturaleza, y en la que, al mismo tiempo, se integra al visitante en el paisaje. Se encuentra en la zona norte de la isla, en la localidad de Haría, y ofrece al visitante unas increíbles vistas a la islas Chinijo y La Graciosa, y al océano Atlántico.
¡Esto es lo que podrás ver!
Torre de Collserola, Barcelona. El lugar perfecto desde el que contemplar en su totalidad la capital barcelonesa. El mirador se encuentra en la planta 10 de esta torre de telecomunicaciones, diseñada por Norman Foster con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992, y ubicada en la montaña del Tibidabo, dentro del Parc de Collserola, el pulmón verde de la ciudad.
Mirador del Puente Nuevo de Ronda, Málaga. Auténtico símbolo de la ciudad, este monumental arco de piedra salva el acantilado que separa las dos partes de Ronda, que mide unos 98 metros de altura, y por el que discurre el río Guadalevín. Las mejores vistas, y también las más vertiginosas, se tienen desde el mirador de la Plaza de España y de la calle de Ernest Hemingway, en la entrada del puente.
Mirador de San Nicolás, Granada. Ubicado en el histórico barrio del Albaicín, es uno de los más famosos miradores de la ciudad por sus maravillosas vistas a la Alhambra y Sierra de Nevada, y por sus espectaculares puestas de sol, de las más bonitas que podrás ver en España. El escenario perfecto e ideal para darle un toque especial a una bonita escapada romántica en Granada.
Mirador del Estrecho, Tarifa. Ubicado a unos 6 kilómetros de Tarifa, desde este mirador podrás contemplar al mismo tiempo la costa gaditana y, en el horizonte, la costa africana. Se encuentra en una loma subiendo al puerto del Bujeo, dentro del Parque Natural del Estrecho.
Mirador del Valle, Toledo. Esta ciudad tiene una magia especial que sólo puede conocerse desde dentro. Pero, paradójicamente, la mejor manera de verla en su totalidad es saliendo totalmente de la ciudad. Desde la Carretera de Circunvalación, o Ronda del Valle, podrás observar una perfecta panorámica de esta histórica ciudad digna de foto de postal.