Sotillo de Cabrera, un viaje al pasado

Sotillo de Cabrera, un viaje al pasado

Sotillo de Cabrera es una pequeña población leonesa, perteneciente al municipio de Benuza. Ubicadas en la comarca natural de La Cabrera, Benuza (y, por tanto, Sotillo de Cabrera) forman también parte del Consejo Comarcal de El Bierzo. Además de su impresionante entorno natural, el principal atractivo turístico de Sotillo de Cabrera es su ermita.

    Sotillo de Cabrera forma parte del municipio de Benuza, en León.

Sotillo de Cabrera forma parte del municipio de Benuza, en León.

Muchos son los que se acercan a la Ermita de los Remedios atraídos por la leyenda que existe en torno a ella. Construida en el año 1778, se dice que la Virgen se apareció a un hombre y le pidió que tirase una piedra y construyera una ermita en el lugar donde ésta cayera. Verídica o no la historia, lo cierto es que la población de Sotillo de Cabrera se construyó en torno a dicha ermita.

El otro gran atractivo de Benuza es la cantería. El municipio conserva varios túneles y calzadas romanas en buen estado, así como minas. De hecho, las canteras han atraído durante años buena parte del turismo que ha llegado a la población. Junto a ellas, también merece una visita el Molino Rastrero, actualmente sin uso.

Entorno natural de Sotillo de Cabrera. Foto: El Balcón de Sotillo

Entorno natural de Sotillo de Cabrera. Foto: El Balcón de Sotillo

En todo caso, no hay mejor modo de conocer una población que a través de sus habitantes, de quienes la viven cada día, de quienes han nacido en ella o han llegado hasta ella y la han convertido en su hogar. En el caso de Sotillo de Cabrera, queremos mostrárosla desde la perspectiva de Jesús Blanco, propietario de El Balcón de Sotillo, quien llegó a esta población en el año 2006 y, poco a poco, fue descubriéndola y enamorándose de cada uno de sus rincones. Ésta es su historia.

Sotillo de Cabrera, en primera persona

«Llegué a Sotillo de Cabrera en 2006, hace ahora 13 años. Sus casas negras de pizarra, en contraste con las casas encaladas de mi tierra natal, Pozoblanco (Córdoba), me encantaron, casi me hipnotizaron. Pero ése no fue el único contraste que encontré, el carácter de sus gentes también distaba mucho del de la gente mi  tierra. En aquel primer contacto, mi carácter extrovertido, como buen andaluz, chocó de pleno con el de los paisanos de Sotillo, leoneses, con una mezcla extraña entre asturianos y gallegos, reservados al principio, casi desconfiados, pero acogedores a medida que los conocía y me conocían, incondicionales al final. Este choque cultural duró poco, sólo hasta que comprendieron que yo no había ido allí de paso, sino para iniciar una andadura todavía incompleta, pero ya a punto de ser una realidad.

En el momento en que llegué a Sotillo de Cabrera, con sólo 29 años, yo buscaba algo, no sabía qué, algo que me motivara, un proyecto sin clara definición. Vivía en Madrid y, un jueves cualquiera, alguien me habló de un pueblo en León y allí que me fui el sábado, dos días después. En mi primera visita a Sotillo compré “una casa”, sin saber muy bien para qué. Realmente eran 4 paredes, que más tarde se convertirían en el “Balcón de Sotillo”, mi casa rural. Lo que más me impresionó fue el tejado, construido a base de pizarra “a granel” colocada sobre vigas de madera de castaño, quedando un espacio entre plancha y plancha de pizarra que claramente dejaría pasar un copo de nieve en caso de una nevada fuerte. Me imaginé en aquel momento a esos niños pequeños durmiendo bajo ese tejado hace ya más de 100 años y se me helaba todo. Me enamoró también el horno centenario del comedor a base de pizarra y con arcilla en las paredes interiores. Ese primer viaje de vuelta a Madrid, mi cabeza daba vueltas y vueltas después del descubrimiento que había hecho. ¡Menudo lugar, un verdadero viaje al pasado!

El Balcón de Sotillo, en Sotillo de Cabrera (León).

El Balcón de Sotillo, en Sotillo de Cabrera (León).

El siguiente fin de semana volví a Sotillo de Cabrera, y el siguiente, y el siguiente y así un año entero. Pasaron las semanas y pronto vi en Sotillo algo más. Mi primera sorpresa fue el propio pueblo, tan bien conservado ya en 2006, aunque nada que ver con el Sotillo de hoy, increíblemente más restaurado. Sotillo de Cabrera se ha convertido en un verdadero museo al aire libre, con varios edificios de más o menos valor arquitectónico, una huella de la historia de esta comarca leonesa imprescindible para cualquier persona interesada en la tradición y la historia de los pueblos. Merece especial mención la Ermita de Nuestra Señora de Los Remedios, del año 1778, reformada en 2003. Destaca su artesonado y el altar, construido con pizarra.

Tengo que decir que soy ingeniero de caminos, de ahí mi interés por la construcción. De la construcción de esta zona de la Cabrera me sorprendieron dos cosas principalmente: los materiales utilizados, en su mayoría pizarra y madera de castaño, ambos abundantes en la zona, y los elementos arquitectónicos repetidos en casi todas las viviendas, el corredor y el horno.

Las Médulas, turismo industrial en la provincia de León

Las Médulas, turismo industrial en la provincia de León

El colofón llegó cuando conocí el gran atractivo turístico de la zona, la explotación aurífera romana de Las Médulas, donde literalmente se para el tiempo. Este increíble monumento natural, esculpido por la actividad minera romana es, como muchos sabrán, la mayor explotación minera de la Antigüedad, donde se removieron la friolera de 500 millones de metros cúbicos de tierra durante 200 años. Las Médulas son impactantes por las formas desconcertantes que adoptó la montaña tras la explotación, pero no menos impresionantes son los canales que llevaron el agua desde la Cabrera Alta hasta las Médulas. Estos canales son una obra de ingeniería civil realmente admirable teniendo en cuenta los medios con los que contaban en aquella época. Su descubrimiento me hizo sentirme de nuevo afortunado por haber dado con este sitio. Hoy se conocen como “Carriles Romanos”, por el uso que se le dio durante años tras finalizar la explotación de la mina y se han convertido en grandes rutas de senderismo que te adentran en la comarca de la Cabrera.

Todo ello hizo que cobrara sentido la idea de abrir la casa rural “El Balcón de Sotillo”: Podría hacer sentir a cualquier visitante como si viajara en el tiempo hasta aquellos años en que los primeros cabreireses poblaron estas zonas, alojándoles durante varios días en una casa centenaria, pero con el confort de nuestros días. Su localización en Sotillo de Cabrera sería un aliciente más, por ser el pueblo más representativo de la arquitectura cabreiresa, y su ubicación en el centro de la Cabrera Baja permitiría además rápido acceso tanto a las Médulas como a los Carriles Romanos».

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