La Sierra de Alhamilla en Almería separa dos comarcas, Tabernas-Sorbas y Los Campos de Níjar. Declarado Paraje Natural y Zona de especial Protección para las Aves, en 1989, posee un frondoso bosque de encinas. Un pulmón de oxigeno para Almería que proporciona un ecosistema idóneo para el desarrollo de su fauna y su flora.
A tan sólo 800 metros, vemos la localidad de Turrillas con una ermita dedicada a su patrón San Antonio. Una historia que se remonta a la prehistoria gracias a sus yacimientos prehistóricos de los Pichireches o del Peñón. Pero están ubicados en una finca particular donde se encontraron hachas y objetos de cerámica, incluso de la cultura árabe. También un cementerio, testigo del paso de dicha civilización por estas tierras, que quedó despoblada en el siglo XVI tras la expulsión de los moriscos. Logrando recuperarse con los nuevos pobladores venidos sobre todo de Murcia. Imprescindible admirar la arquitectura popular de esta villa.
Sierra de Alhamilla en Almería y sus poblaciones
Llegamos a Lucainena de las Torres. Cuyo topónimo parece tener dos orígenes: por un lado se atribuye a algún habitante con el nombre de Lucanius, en la época hispano-romana. Por otro lado, a la denominación que recibía en el periodo árabe Locaynena. Además, lo más probable es que su nombre provenga de la existencia de una muralla de seis torres (una de estas era la principal) donde se refugiaban todos los pobladores en momentos de asedio. De ahí que pase a ser Lucainena de las Siete Torres a Lucainena de las Torres.
Lucainena, tiene tradición de una antigua población minera que exportaba mineral por ferrocarril hasta Aguamarga. Recorrer las calles de esta bonita villa, alerta los sentidos. Porque el blanco de sus casas bien encaladas sirve de fondo a la explosión de color de sus flores. Finalmente comentaremos que le han valido en varias ocasiones la obtención del primer premio “Embellecimiento de pueblos”. Ven y visita la Sierra de Alhamilla en Almería y sus poblaciones cernanas.