En plena sierra de Gúdar, en el valle de la Virgen de la Vega, encontramos Alcalá de la Selva, uno de los pueblos bonitos de Teruel que no podemos dejar de visitar. Esta localidad, ubicada a 1.404 metros de altura, es además muy próxima a la estación de esquí de Valdelinares (apenas a 11 kilómetros) y reúne una gran riqueza monumental y natural.
Su nombre (Alcalá de la Selva) surge de la combinación del término árabe para castillo (al-qalat) por la fortaleza que preside desde lo alto la población, y de la referencia a la donación del pueblo en el siglo XII por parte de Alfonso II el casto al Monasterio de Santa María de la Selva Mayor.

Alcalá de la Selva, uno de los pueblos bonitos de Teruel. Foto: Turismo de Alcalá (Flickr)
Si pasemos por sus calles, su pasado medieval es más que obvio y no deja lugar a dudas de porqué debemos incluir a Alcalá de la Selva entre los pueblos bonitos de Teruel. Nuestra primera impresión, al contemplar su conjunto urbano (y sus casas solariegas) formando un graderío de cara al valle, será inevitablemente de sorpresa y admiración. No en vano, se trata de uno de los cascos urbanos más bellos de todo el valle de la Virgen de la Vega, de la Sierra de Gúdar, e, incluso, de la provincia de Teruel.
Qué ver en Alcalá de la Selva, uno de los pueblos bonitos de Teruel
Esta primera impresión no es, ni mucho menos, lo único que merece la pena ver en Alcalá de la Selva. Además de las impresionantes casas solariegas que ya mencionamos con anterioridad y el aire medieval que impregna sus calles, encontramos otros muchos monumentos que ameritan una visita.
Entre ellos, os recomendamos la iglesia de San Simón y San Judas; las ermitas de San Roque, Nuestra Señora de Loreto, San Antón y San Miguel; su castillo, de origen árabe; El Humilladero; las escuelas y el Santuario de la Virgen de la Vega o del Espino.
Por supuesto, uno de los principales edificios en llamar nuestra atención será el Castillo de Alcalá de la Selva. De manufactura árabe, fue reconquistado por Alfonso II y donado en 1175 a la abadía francesa de la Gran Selva. Un par de siglos más tarde, será vendido por los monjes al señor de Mora de Rubielos, otro de los pueblos bonitos de Teruel (ubicado a apenas 40 kiómetros), y reconstruido como estancia de recreo. Su planta es triangular, algo poco frecuente en los castillos construidos sobre roca, y fue reconstruido (y ampliado) en el año 1839.
Otra construcción de gran relevancia en Alcalá de la Selva es el Humilladero, de planta cuadrada con arcos de medio punto y edificado en sillería. Se trata de una construcción bastante peculiar, de las que existen muy pocas en toda la Península Ibérica, y que, por tanto, es casi exclusiva. De ella, destacaremos su cúpula vaída decorada con esgrafiado sobre pechinas trapeciales; su clave de arcos decorada con cabezas de ángel y su hornacina de concha. Fue construido en 1628 por encargo de Miguel Palomar.

Vista de Alcalá de la Selva. Foto: Ayuntamiento de Alcalá de la Selva
En cuanto a la iglesia de San Simón y San Judas, es de finales del siglo XVI y estilo gótico-renacentista y muros de mampostería con sillería en las cantoneras. De ella destaca su portada, de estructura manierista y tres cuerpos. La iglesia está compuesta por tres naves de crucería estrellada.
Por su parte, el Santuario de la Virgen de la Vega o del Espino, data del año 1751 y es obra de Juan Escuder. De él destacan por encima de todo las pinturas murales de las bóvedas, realizadas por el artista turolense Ignacio Zaera. Se trata de una obra barroca, de la que también merece resaltar la doble espadaña que rompe la cornisa de la fachada, además de los arcos de formalete y las campanas.
Finalmente, en lo que respecta a las ermitas, encontraremos dos de ellas (la de San Roque y la de Nuestra Señora de Loreto) a la entrada de la población. De estas dos ermitas, también conocidas como Los Mártires, parte la llamada ruta del Calvario que lleva hasta la ermita de San Antón, recientemente restaurada. Si bien se trata de dos ermitas distintas que además no son coetáneas, la ermita de San Roque y la de Nuestra Señora de Loreto se encuentran unidas físicamente, adosadas por la cabecera.
La cuarta ermita de Alcalá de la Selva es la de San Miguel, más alejada del casco urbano (en torno a 6 kilómetros) y a la que se llega por el Camino Linares. Desde ésta y la de San Antón (a la que llega el Calvario) pueden contemplarse unas panorámicas impresionantemente bellas.
Junto a todos estos monumentos, destacaremos también algunos yacimientos: Cueva Pijetas (Edad del Bronce Antiguo), El Castillo (Edad del Bronce Pleno) y El Castillejo (época ibérica, con materiales de gran interés).
Tradiciones y gastronomía en Alcalá de la Selva, uno de los pueblos bonitos de Teruel
Otro de los principales atractivos turísticos de Alcalá de la Selva es su folclore y, más concretamente, el dance. Si visitamos la localidad en el mes de septiembre, con ocasión de sus fiestas patronales en honor de la Virgen de la Vega (del 7 al 10 de septiembre), podremos ser testigos del antiguo dance de Alcalá de la Selva.
El dance es llevado a cabo por un grupo de ocho danzantes de entre 8 y 10 años, vestidos en blanco con cintas de colores, un gorro de paja y unas castañuelas, que realizan mudanzas y dichos “con elementos como palos, espadas, coberteras, arcos y palos de cintas”, tal como explican en la propia localidad.

Dance de Alcalá de la Selva: Foto: Ayuntamiento de Alcalá de la Selva
Junto a estos danzantes, veremos a tres pastores o graciosos, vestidos con pieles, zurrones, garrotes y una castañuela de grandes dimensiones. Son los encargados de proteger a los danzantes, asegurarse de que tienen suficiente espacio para bailar y, además, en ellos recae la parte lúdica de esta tradición. Los pastores cuentan chascarrillos, recrean la vida del pastor y reparten la “merienda”, primero comiendo ellos alimentos a la vez que hacen las llamadas “graciosadas” y después, repartiendo entre los asistentes tortas de grandes dimensiones.
Al finalizar la actuación de los danzantes del día 9 de septiembre, los pastores contarán varias anécdotas divertidas. También actuarán los embajadores, personajes a caballo divididos en dos bandos (moros y cristianos) que representan “la embajada” (representaciones de conquista de la villa por los cristianos) y acompañan a la procesión.
Otro aspecto a destacar es la gastronomía. En esta zona, ha sido tradicionalmente diferenciadora la carne de cerdo procedente de la matanza; pero también son muy preciados el jamón y las conservas, la cecina, la carne de caza (perdices, codornices…), el ternasco, el lechal, las sopas de ajo y las morcillas de miel.
Durante el otoño, también adquiere gran importancia en la zona el turismo micológico y las setas se convierten en un elemento fundamental de su cocina.
Dónde dormir en Alcalá de la Selva, uno de los pueblos bonitos de Teruel
Para visitar adecuadamente Alcalá de la Selva y poder disfrutar en condiciones de todo lo que tiene que ofrecer al visitante, os recomendamos alojaros en el Hotel Apartamento Villa María y Rincón de Juanjo, ubicados en Virgen de la Vega, una población que forma parte del municipio de Alcalá de la Selva y en la que podréis disfrutar de la tranquilidad del entorno y visitar todos sus atractivos turísticos.

Hotel Apartamento Villa María y Rincón de Juanjo
El Hotel Apartamento Villa María está construido íntegramente en piedra y madera, en perfecta consonancia con el entorno. Se trata de un establecimiento con encanto en el que cada apartamento toma el nombre de un pueblo de la sierra de Gúdar y se decora con imágenes del mismo. Además, el hotel pertenece a la Asociación de Turismo Sierra de Gúdar y ofrece descuentos en los forfaits de Aramón Javalambre y Aramón Valdelinares. También admite mascotas, siempre y cuando se avise previamente a la estancia.