Los Pirineos, frontera natural entre España y Francia, se extienden a lo largo de 415 km desde el Mediterráneo hasta el Atlántico.
Su paisaje montañoso y acogedor garantiza unos días de sosiego lejos del estrés de la vida cotidiana. Asimismo, la gran variedad de ofertas turísticas hacen de ellos un destino idóneo para cualquier tipo de turista, tanto en la parte aragonesa como en la catalana.
La oferta turística varía según el momento del año.
En invierno existe la posibilidad de esquiar o practicar snowboard en estaciones como Formigal (Pirineo aragonés) o Baqueira Beret (Pirineo catalán).
Por su parte, en verano y primavera, es un lugar perfecto para practicar senderismo, rafting y otros deportes de aventura.
Además, cualquier momento del año es bueno para ir a pasar unos días en una de las múltiples casa rurales y visitar sus numerosos monumentos o sus glaciares permanentes, como el del Aneto.
Para los amantes de la naturaleza, hay que destacar la abundancia de parques naturales. Destacamos el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en la parte de Aragón, con más de 15 mil hectáreas y el Parque nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio en el Pirineo Catalán, con 14 mil hectáreas.
En cualquier caso, hasta que no los visites, no conocerás de verdad su gran valor natural y cultural.
Un viaje totalmente recomendable.