Ruidosa y caótica como la que más, Madrid se caracteriza por su generosidad hacia los que llegan, en ella nadie es extranjero. Marcada eternamente por la mítica ‘movida’ sus calles siguen respirando la trasgresión de aquellos ochenta que marcaron toda una época.
Difícil elegir lugares de marcha en una ciudad cuya noche es considerada como una de las mejores del mundo. En primer lugar, hay que tener claro qué tipo de diversión se desea y en una ciudad como Madrid no resulta fácil ya que el abanico es amplísimo.
Así que comenzaremos por uno de esos lugares de culto de la ya mencionada ‘movida’, como es el barrio Malasaña, situado en torno a la plaza del 2 de Mayo, es parada obligatoria sobre todo en uno de esos templos legendarios como Vía Láctea, La Pecera en la calle Pez, un bar frecuentado por la fauna más selecta de la ciudad, o la Vaca Austera… Teatros, Cines, Discotecas, Pubs con actuaciones en directo, Salas de conciertos, etc.
La Gran Vía anocheciendo. Fuente
Y si lo que se busca es una ambiente mezcla castizo y moderno, la calle Huertas con lugares como Matador o La Boca del Lobo, en torno a la plaza Santa Ana son la elección correcta.
Madrid de compras
Son muchas, diríamos sin exagerar, que infinitas, las opciones que esta plural y simpar ciudad proporciona. Lo mismo se puede disfrutar de un bonito día paseando por los lugares más emblemáticos que, por qué no, sacar tu lado más consumista y recorrerte los establecimientos de las calles más selectas como Serrano, donde la moda es la principal protagonista.
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