Navarra destaca por ser uno de los destinos rurales más solicitados. Sus casas rurales ofrecen calidad y gran número de actividades complementarias, y es que la mayoría de ellas cuentan con la «Q» de Calidad Turística. Viajar al Reyno permite conocer la gastronomía de la comunidad foral, que junto con la naturaleza, es uno de sus mayores escaparates.
El turismo rural en Navarra nos ofrece naturaleza, actividades al aire libre, cultura, historia, monumentos, gastronomía, tradición, fiestas (con mención especial para los San Fermines en julio), pero también tranquilidad. El turista podrá practicar senderismo, observación de aves, paseos en bicicleta o a caballo… también se pueden visitar lecherías, granjas o ver como se fabrica el vino o el queso.
No te puedes perder:
La Colegiata de Roncesvalles

Colegiata de Santa María de Orreaga/Roncesvalles
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Situada al noroeste de Navarra, próximo a la frontera con Francia, encontramos uno de los mejores ejemplos del gótico francés en la Península. Construida en el siglo XII, ha venido siendo uno de los enclaves más importantes del Camino de Santiago, además de albergue-hospital y punto de partida de la Ruta Jacobea. ¿Sabías que en la misma localidad tuvo lugar la batalla de Roncesvalles?
Descubre su historia y leyendas por ti mismo. Luego nos cuentas. Para más información, visita la web Reyno de Navarra.
El Monasterio de Leyre

Monasterio de Leyre
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Las posibilidades que ofrece el entorno en el que se ubica este tesoro altomedieval son infinitas. Leyre es el monumento románico más importante de Navarra y quizás una de las muestras más interesantes de España. En ella están los pilares del viejo Reyno y sus primeros Reyes yacen allí.
Actualmente, la vida monástica sigue siendo una realidad. Regidos por la Regla de San Benito, los monjes siguen con su labor, como si nada hubiera cambiado desde el siglo VI.
Si te gustan el senderismo, te recomendamos encarecidamente que conozcas alguna de sus rutas.
Estella

Iglesia de San Pedro, Estella, Navarra
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A 44 km de Pamplona se encuentra la «ciudad del Ega», nombre que recibe popularmente por su ubicación en el meandro del río Ega. «Toledo del Norte» la llaman otros, debido a su importante patrimonio monumental. No dejes de visitar la iglesia de San Miguel, la del Santo Sepulcro, la de San Pedro de la rúa y el Palacio de los Reyes de Navarra, un ejemplo de románico civil no muy fácil de encontrar.
En agosto se celebran sus fiestas en las que los encierros de vacas son los protagonistas. Una buena escapada para cualquier época del año, pero quizás el verano sea el momento idóneo para los amantes del folclore y la tradición.
Olite

Castillo de Olite
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Ubicada cerca de la capital, 42 km la separan, se encuentra en el centro de la comunidad. Nobles caserones de piedra, escudos de armas, su castillo-palacio y sus iglesias son sus principales atractivos. Una musa para los amantes de la fotografía y un tesoro para los corazones viajeros, hacen de este pueblo de menos de 4.000 habitantes un lugar muy digno de visitar.
Además, Navarra destaca por su fusión gastronómica, platos de antaño y de hoy, cuya base es una buena materia prima con productos de cada zona. Podemos encontrar productos de la huerta de calidad reconocida internacionalmente, pero también, cochinillo, cordero, chuletones, quesos y vinos excelentes o postres tan conocidos como la cuajada.
Un buen momento para disfrutar de la gastronomía es la primavera, ya que comienzan las ferias gastronómicas: la de la cuajada, la de la sidra, la del queso, la de la cereza…
Como platos típicos destacan: ajoarriero, cogollos de Tudela, espárragos, pimientos de piquillo, cardos y su tradición de pinchos, pequeños platos en miniatura que en la capital, Pamplona, forman parte de la idiosincracia de la ciudad (la semana del pincho se celebra en marzo y abril).
Sus vinos cuentan con denominación de origen, siendo una de las zonas vinícolas más importantes de España. Vinos blancos, tintos, rosados y vinos especiales. Entre sus quesos, destaca el Roncal, es un queso de color marfil, con un sabor muy intenso y de leche de oveja. Sin lugar a dudas, Navarra ofrece todo tipo de opciones gastronómicas, incluso para los paladares más exigentes.
Como siempre recomendamos, haz de tu viaje una experiencia: visita, conoce y saborea. ¡Luego nos cuentas!