Partiremos del pequeño pueblo de Moya. Lo más significativo del lugar es la Casa Museo Tomás Morales o la Iglesia de Nuestra Señora de Candelaria, aunque también se puede disfrutar de su gastronomía y agricultura. A poca distancia está la reserva natural Los Tilos de Moya.
Desde aquí se puede acceder a la Cruz de Tejeda, a unos kilómetros del municipio de Tejeda. Se trata de una cruz realizada en piedra situada en una montaña a más de 1.580 metros por encima del nivel del mar y que marca el punto considerado como centro de la isla.
Entre la Cruz de Tejeda y los Llanos de la Pez, encontramos el Centro de Interpretación de la Reserva de la Biosfera.
Otro de los paisajes a visitar es el Pico de las Nieves que alcanza una cota de unos 1.950 metros sobre el nivel del mar, siendo la mayor altitud de la provincia de Las Palmas. En la zona, también podemos disfrutar del Parque Rural de Nublo, integrado por una gran cantidad de especies endémicas. Si el objetivo es llegar hasta la cima, se recomienda llevar ropa cómoda, calzado deportivo y agua, ya que se trata de una buena caminata.
La siguiente parada es el Mirador de las Yeguas. Ofrece la posibilidad de observar el Barranco de Fataga. Por otro lado, en dirección a la ciudad de Tunte, se encuentra la Necrópolis de Arteara-Oasis con más de un millar de enterramientos turrulares.
Para finalizar esta ruta, es imprescindible visitar las Dunas de Maspalomas en la localidad de San Bartolomé de Tirajana. Un lugar que abarca 404 hectáreas de dunas de arenales.
Para volver al punto de partida, se puede hacer por la playa de las Canteras, única por su riqueza submarina, con más de 200 especies diferentes de algas, así como por la particularidad del arrecife que la protege.