La Mancha de Dulcinea, Toledo

La Mancha de Dulcinea, Toledo

En tierras manchegas una de las visitas más interesantes que podemos hacer es la de conocer la casa donde residió Dulcinea, los molinos de viento que resultaban feroces gigantes para Don Quijote o el famoso lugar de La Mancha del que Cervantes no quería acordarse.

Para esta curiosa e interesante ruta, comenzamos por Tembleque, con un orgullo de Plaza Mayor declarada Monumento Artístico y que en otro tiempo sirvió de mercado, coso taurino y corral de comedias. En ella se levanta el Ayuntamiento, del siglo XVI. Entre los atractivos destacan la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, las ermitas de Loreto, San Antón, la Purísima y la del Cristo de la Palma o la majestuosa Casa de las Torres, de estilo barroco del siglo XVIII.

Ya en El Toboso que, debe parte de su fama a la obra cervantina, es en él donde residía la famosa Dulcinea que llevó hasta la locura a Don Quijote. Hoy su casa se ha convertido en casa-museo, que conserva el mobiliario de la época de gran interés y sabor popular. También encontramos un museo dedicado a la figura de Dulcinea en clave de humor, donde se recogen dibujos y caricaturas realizadas por los famosos humoristas, y otro de los tesoros de El Toboso es el Museo Cervantino. Un municipio en el que se puede admirar un gran número de casas tradicionales manchegas, así como la Iglesia Parroquial de San Antonio Abad y los conventos de las Trinitarias y las Franciscanas.

Dulcinea

El Toboso, localidad de Dulcinea. Fuente

Villafranca de los Caballeros, es un pueblo de tradición alfarera, en él podemos visitar talleres y tiendas para adquirir piezas artesanales. En los alrededores encontramos las Lagunas Grande y Chica, humedales para la delicia de los amantes de la naturaleza.

En Consuegra, uno de sus atractivos es el azafrán, celebra la fiesta en honor a esta apreciada especia, la fiesta del la Rosa del Azafrán. Los molinos de viento también tienen su lugar, en la parte alta, en el conocido Cerro Calderico, donde entre todos destaca el llamado “Sancho” por conservar el mecanismo original del siglo XVI. En los alrededores, se pueden admirar los últimos vestigios que aun se conservan del acueducto de las Guadalerzas. Otros monumentos son la Ermita de Vera Cruz, la Iglesia de Nuestra Señora, el convento de las Carmelitas y el Ayuntamientos, además de su Plaza, donde cada año tienen lugar los actos del Festival Consuegra Medieval.

Y terminamos en Orgaz, donde nos sorprendemos recorriendo sus calles con los restos de la muralla árabe, que antaño protegió a los habitantes de este pueblo, y el Castillo Conde de Orgaz, del siglo XII, con una torre de más de 20 metros de altura y que conserva en perfecto estado su fábrica de mampostería y ladrillo. Otros monumentos, son las Ermita de la Concepción, la de Nuestra Señora del Socorro, la Iglesia parroquial de Santo Tomás y todo el casco antiguo.

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