Payo de Ojeda

Payo de Ojeda, tradición y paisaje

Las campanas de la iglesia de las Santas Justa y Rufina resuenan sobre los campos de Payo de Ojeda, un pequeño municipio enclavado en el valle de la Ojeda, donde el arroyo Don Pedro serpentea entre llanuras y páramos. Este templo, construido entre los siglos XV y XVI, combina elementos góticos con vestigios románicos, como su portada de arquivoltas protegida por un porche posterior .

En el siglo XIX, según el Diccionario de Pascual Madoz, Payo de Ojeda contaba con una ermita dedicada a Nuestra Señora de la Vega y varios molinos harineros que daban servicio a la agricultura de secano predominante. Las mujeres del pueblo se dedicaban al hilado y tejido del lino, actividad que complementaba la economía local .

El entorno natural del valle de la Ojeda ofrece paisajes propicios para el senderismo y la observación de la naturaleza. La tranquilidad de sus parajes y la autenticidad de sus pueblos hacen de Payo de Ojeda un lugar ideal para quienes buscan conectar con la historia y el medio rural.

Las festividades locales, como las dedicadas a Santa María la Mayor en septiembre y a San Miguel en mayo, mantienen vivas las tradiciones y fortalecen el sentido de comunidad entre sus habitantes .