Olea de Boedo, armonía rural

El antiguo potro de herrar, hoy convertido en centro cultural, da la bienvenida a quienes llegan a Olea de Boedo, una localidad que combina historia, paisaje y una notable sensibilidad por el cuidado del entorno. Situado en el valle del río Boedo, el municipio se extiende entre lomas y vegas, con cerros como el del Castillo o el Alto del Otero, desde donde, en días despejados, se dice que puede divisarse el Cristo del Otero de Palencia.

El nombre de Olea aparece ya en el Becerro de las Behetrías del siglo XIV, reflejando su relevancia económica en la época. La iglesia de San Juan Bautista, ubicada en lo alto del pueblo, conserva una pila bautismal troncocónica de origen románico, decorada con arcos sencillos. A sus pies, la antigua fragua alberga una exposición de herramientas tradicionales, testimonio del pasado agrícola y ganadero de la zona.

El casco urbano destaca por sus numerosos jardines y espacios verdes, fruto de una labor comunitaria que ha sido reconocida con premios de embellecimiento. La Casa Museo de Benjamín Jorde, pintor local, y la cruz conmemorativa erigida en 1989 son otros elementos que enriquecen el patrimonio del pueblo.

Olea de Boedo celebra sus fiestas patronales el 15 de mayo y el 24 de junio, fechas en las que el pueblo se llena de actividades y refuerza su sentido de comunidad.