El Monasterio de Santa María de Bonaval está en un valle boscoso junto al río Jarama, en Retiendas, Guadalajara. Fue fundado en 1164 por Alfonso VIII de Castilla, en una época de transición entre el románico y el gótico. A día de hoy, se conservan partes de la iglesia, el refectorio, la residencia y el claustro, que reflejan la sencillez cisterciense con líneas puras y escasa ornamentación.

La iglesia tiene una planta de cruz latina y tres naves, con bóvedas de crucería ojival y un crucero que resalta. Su cabecera posee tres capillas, una central de testero poligonal y dos laterales rectas. Las capillas presentan distintas cubiertas góticas, combinando la bóveda sexpartita y ojival, lo que resalta el desarrollo incipiente del gótico. Destacan también sus vanos de puertas y ventanas decoradas con molduras y capiteles de hojas, propios del siglo XIII.

En el exterior, sobresale la puerta románica en el brazo del crucero, con cuatro arquivoltas apuntadas sobre columnillas decoradas. Además, se aprecian contrafuertes diseñados para soportar el empuje de las bóvedas interiores, resaltando la fortaleza de esta histórica construcción.