Descubre Castellanos de Zapardiel

Una hilera de casas bajas entre campos de cultivo anuncia la llegada a Castellanos de Zapardiel, donde el ritmo pausado del entorno rural aún define la vida cotidiana. El municipio, de marcada tradición agrícola, conserva su esencia castellana en cada rincón, con calles tranquilas y construcciones sobrias de piedra y adobe.

Su iglesia parroquial, dedicada a San Juan Bautista, destaca por su estructura mudéjar del siglo XVI y por su torre de ladrillo que domina el perfil del pueblo. Aunque sencilla, encierra el valor de lo auténtico y el paso de siglos de historia local. En los alrededores pueden encontrarse vestigios de antiguas construcciones vinculadas a labores agropecuarias, testimonio del vínculo histórico de la comunidad con la tierra.

El paisaje que rodea a Castellanos de Zapardiel está compuesto por extensas llanuras cultivadas, que cambian de color con las estaciones. Es un entorno propicio para paseos a pie o en bicicleta, especialmente al amanecer o al atardecer, cuando la luz transforma el horizonte en un cuadro natural. Aunque no cuenta con una gran oferta turística, su tranquilidad y autenticidad atraen a quienes buscan desconexión y contacto con la vida rural.

La vida del pueblo se articula también en torno a sus tradiciones religiosas y populares, que se celebran en comunidad y con arraigo, manteniendo vivo un patrimonio inmaterial que se transmite generación tras generación.