La lista de ciudades monumentales de Andalucía es impresionante. Pero, más allá de las capitales de provincia, encontramos otras joyas patrimoniales que merecen una visita. Una de ellas es Carmona, en Sevilla.
Y es que en esta ciudad sevillana se conservan vestigios de numerosas civilizaciones, un rico patrimonio histórico y cultural que la convierte en una de las ciudades españolas más importantes a nivel turístico. Todo esto, pese a estar situada en plena campiña y rodeada de un paisaje eminentemente agrícola.
Los orígenes de Carmona se remontan a la prehistoria, aunque no hay acuerdo completo en si debemos retrotraernos al Paleolítico o al Neolítico. Fue también una importante ciudad fenicia, cartaginense y romana. Por ella pasaba la famosa Vía Augusta de los romanos, época en la que contó incluso con el privilegio de acuñar moneda. De la Carmona romana aún conserva la estructura urbana y múltiples monumentos como las murallas o la necrópolis.
También se conservan restos de la época visigoda y la ciudad tuvo gran importancia para la civilización cartaginesa y para la musulmana. Esta última la convirtió incluso en capital de uno de sus reinos de taifas, reformó su sistema defensivo y construyó bellos alcázares, mezquitas y edificios de todo tipo, de los que aún se conservan restos.
Fue reconquistada por Fernando III el Santo y obtendría el título de ciudad en 1630 de manos de Felipe IV. Sin embargo, pese a su gran importancia histórica y a su impresionante riqueza monumental, su gran cercanía a la ciudad de Sevilla (30 kilómetros) terminó por decantarse a favor de la actual capital de provincia, por lo que actualmente Carmona es una localidad fundamentalmente dedicada a la agricultura y la ganadería pese a tener patrimonio suficiente para ser incluida en el top de ciudades monumentales de Andalucía.
Qué ver en Carmona
Accederemos a la ciudad por la puerta romana y árabe de Sevilla, que nos dará acceso hacia el Casco Antiguo y las calles blancas. Carmona cuenta con edificios muy interesantes tanto de arquitectura civil como de arquitectura religiosa, situándose a este respecto al nivel de las grandes urbes de Andalucía.
En el primer caso, grandes ejemplos de arquitectura civil en Carmona son sus murallas, el Alcázar de la Puerta de Sevilla, la Plaza de San Fernando, el Alcázar de Arriba o de la Puerta de Marchena, así como un elevado número de almazaras de aceite y de viviendas de estilo renacentista, mudéjar y barroco.
En cuanto a la arquitectura religiosa de Carmona, destacaremos la iglesia prioral de Santa María, además de las de Santiago, San Blas, San Pedro, San Felipe, Salvador y San Bartolomé; los conventos de Santa Clara, Madre de Dios, la Concepción y las Descalzas.
Tampoco hay que dejar de visitar la Necrópolis, con sus cámaras sepulcrales excavadas en la roca de los Alcores y descubierta accidentalmente en 1868.
La ciudad forma parte, además, de rutas tan importantes como la Ruta de Washington Irving o la Ruta Bética Romana, recorrido turístico cultural temático que recorre todas las ciudades monumentales de Andalucía de legado romano, desde Córdoba a Cádiz, y de la que Carmona es centro. Además, también forma parte de Artealia, una ruta integrada por cuatro pueblos monumentales de la campiña sevillana.
Además de ser una de las principales ciudades monumentales de Andalucía, de Carmona hay que destacar también su gran riqueza gastronómica y la amplia oferta patrimonial y de naturaleza que nos ofrecen sus alrededores, entre la que cabe mencionar las cuevas de la Batida y la Vía Verde de los Alcores.
Una buena opción para visitar Carmona y sus alrededores es alojarse en el Hostal Comercio, en el que podréis disfrutar de vistas hacia la Puerta de Sevilla. Con capacidad para 29 personas, ofrece habitaciones dobles e individuales, todas ellas con baño completo y climatizadas, así como garaje para bicis y motos.