En estos últimos años estamos siendo testigos de un crecimiento tecnológico cada vez mayor y más rápido que satisface antiguas necesidades y a la vez crea otras nuevas, fundamentalmente para las nuevas generaciones, cada vez más exigentes y esperan más de las nuevas tecnologías. ¿De qué manera afecta eso al turismo?
En la jerga turística, se utilizan las siguientes denominaciones para diferentes tipos de target, o público objetivo: Generación Y o Millennials, Generación X y los Baby Boomers. Estos últimos son los nacidos entre 1940 y 1960, seguidos por la Generación X (nacidos entre 1960-1980), que enlazan con la última, la más relevante a nivel comercial, la Generación Y o Millennials.
¿Qué caracteriza a los Millennials?
La “Generación Y” o Millennials, son los adultos más jóvenes, aquellos que nacieron entre 1980 y 1990. Es una generación que ha crecido de la mano de las nuevas tecnologías, siendo éstas parte fundamental de su vida diaria, tanto a nivel académico y profesional como en el terreno de ocio. A pesar de esto, es una generación marcada por la crisis, lo cual condicionará también su manera de actuar a la hora de contratar servicios y comprar productos.
Recientemente, estudios del sector turístico han apuntado a este colectivo como el más influyente y el más activo, siendo un importante público objetivo que las empresas deben tener muy presente en sus planes de marketing. Crear estrategias efectivas que consigan no sólo llegar a ellos sino llamar su atención, tener en cuenta sus necesidades y sus intereses, y saber cómo satisfacerlos, deben ser actuaciones prioritarias.
¿Qué hay que tener en cuenta?
En primer lugar, el uso que hace este colectivo de las tecnologías. Es fundamental que pueda realizar reservas vía smartphone o tablet, que es mucho más fácil, más rápido, y más cómodo que desde un PC. Una vez que están de viaje, es fundamental estar online, con lo cual es importante disponer de Wi-Fi en los establecimientos para que puedan estar acceder a las redes sociales, y así probablemente dejar referencias tanto del establecimiento como del servicio recibido. También es un punto a favor crear aplicaciones que permitan saber qué se puede hacer en las inmediaciones de esa casa rural, o qué restaurante ofrece la mejor gastronomía de la ciudad, fomentando así la movilidad y la actividad. Lo importante es estar continuamente informado y conectado.
Hay que atender también a las circunstancias de esta generación golpeada por la crisis. Buscan nuevos modos de ocio y de viaje más económicos en acorde con sus gustos, cada vez más cercanos a las tradiciones y la naturaleza. Es por ello que apuestan por escapadas rurales de fin de semana, actividades al aire libre cerca de su localidad, rutas gastronómicas en su ciudad, excursiones urbanas, y spas y balnearios baratos, entre otras opciones. Con la vista puesta en el low-cost, van a ir a por el mejor servicio y el mejor precio, así que ofrecerles sugerentes descuentos acompañados de un servicio atractivo puede ser interesante.
Además de todos aspectos, nada de esto sirve de nada si la web del negocio turístico (alojamiento, búsqueda y reserva de vuelos, restaurantes…) es poco atractiva, poco intuitiva, lenta, o falta de información. Los millennials buscan la calidad y rapidez de los servicios, y la inmediatez en la información y la gestión.
