Desde dunas y marismas hasta montañas y valles de interior, pasando por espectaculares acantilados, Cantabria y sus casas rurales se presenta como un destino perfecto para visitantes que quieren disfrutar de la naturaleza a la vez que se maravillan con la riquísima arquitectura religiosa y civil que salpica toda la comunidad.
Reservas y Parques Naturales contribuyen a preservar los espacios y permiten observar la fauna (urogallos, osos pardos, etc.) y flora (hayedos, robledales…) de la zona. Esta naturaleza tan vivaz invita a hacer rutas, tanto litorales a lo largo de la costa, como hacia el interior.
Ruta de viaje por Cantabria a través de la costa occidental.
Partiendo desde Santander la ruta comenzaría por Santillana del Mar, preciosa villa medieval plagada de casas blasonadas.
Comillas es famosa por el espectacular edificio de la Universidad Pontificia.
San Vicente de la Barquera es una villa marinera situada en pleno parque natural de Oyambre.
Toda esta zona es muy visitada (en Santillana están las cuevas de Altamira), por lo que hay muchos tipos de alojamiento, destacando la posibilidad de hacerlo en alguna de las muchas casas rurales que hay en Cantabria.
Otra opción sería la de seguir la costa hacia la parte oriental, visitando localidades tan conocidas como Laredo y Castro Urdiales, con sus abruptos acantilados.
Ruta de viaje por Cantabria hacia el interior.
Reinosa, Cabezón de la Sal (con su bosque de secuoyas), el valle de Liébana… Destaca el parque nacional de los Picos de Europa, que presenta al visitante valles, montañas y desfiladeros de una belleza inigualable, perfectos para practicar alpinismo, pero también senderismo.
Los valles de Saja, Campoo, Pas Miera, Ason… Naturaleza desbordante que imprime a la región su carácter casi indómito.
En el valle de Saja merece la pena una visita a Cabárceno, zoo construido en una antigua mina a cielo descubierto en el que animales de todo el mundo viven en semilibertad.